Para lograr tragarme los libros de física cuántica que me he tenido que tragar y lograr digerirlos, con sus abultadas dosis de complicaciones, tecnicismos y (en mi caso) aburriemiento, me propuse activar mi imaginación para poder darles una segunda lectura un poco más apasionante.
Y bueno, la física cuántica es fascinante pero para sentir esa emoción leyendo un tratado, hay que tener mucha, pero mucha imaginación.
Y cosas como ésta (la libertad asintótica) fueron las que me impulsaron a terminarme arduos tratados de física, gordos volúmenes e insoportables textos intragables.
¿Qué es la libertad asintótica?
Resulta que en un átomo, vive todo un zoológico de subpartículas: que protones, que fermiones, que leptones, que gluones, que bariones, y otras especies variopintas…
Entre mis preferidas se encuentran los quarks encantados, que son unos disidentes de las leyes oficiales de la física. Estos rebeldones encantadores, resulta que adquieren mayor libertad de movimiento en la medida en que más se los presiona.
Cuanto más se los empuja con presión al insoportable hacinamiento de reclusión, más libertad de movimiento consiguen…
Lo bello de la historia es que adquieren mayor libertad de movimiento cuanto más se los confina…¡Ay!, qué lindo.
Claro, lo lograron a fuerza de estar permanentemente confinados, adquirieron una forma original de liberarse mientras viven en la cárcel del núcleo. Y es que parece que están allí logrando que el núcleo del átomo no se desintegre. Je, qué buen vistazo metafórico a ciertas circunstancias de la vida.
¡Los quarks nunca serán libres! proclamaban los medios de comunicación ante el descubrimiento de esta extraña propiedad…
Y los quarks se reían…¡Es que ya somos libres, chiki!
No sé por qué no les bautizaron quarks «enamorados» también pues cuanto más lejos están uno de otro, más se atraen, y cuanto más cerca, pues ya no se gustan tanto y se alejan.
Y nunca pueden irse, nunca pueden separarse completamente…pues se extrañan irremediablemente.
Me recuerdan mucho a la verdad universal, de que todo está unido, en culturas en las que permanentemente nos dejamos empujar a dividir y a dividirnos.
Pues pueden ciertas ideologías y dogmas intentar separarnos, dividirnos, que siempre volveremos a la unidad. Y lo que para algunos es confinamiento, para nosotros, esta unidad indivisible con el todo, es libertad.
Esto sucede en el núcleo de cada uno de los átomos que componen nuestro cuerpo.
Esto sucede en nosotros.
Esto te está sucediendo a tí.
Y aquí les dejo un vídeo filmado en México con una cámara analógica que estaba en mis manos en ese momento, (¡¡¡¡Caminando con lo que haya allí mismo!!! ¡¡¡Y siendo John Hagelin el primero en el mundo que nos puso a disposición los convertidores digitales!!!) El amor a la ciencia y al arte no impidió que el físico cuántico pudiese compartir conmigo en mi intentado inglés, cómo me enamora esta propiedad de los quarks…