Uno de los argumentos más esgrimidos por los que critican a las terapias alternativas es que éstas solo funcionan por el «efecto placebo».
Bien…¿Hemos leído bien?, dicen: «funcionan«.

Ahora yo me pregunto ¿Qué me importa a mí si es por efecto placebo o no? A mí lo que me importa de una terapia es precisamente que «funcione».
De hecho, el efecto placebo me asegura que puedo ejercer mi AUTOCURACION, que tengo el poder de curarme yo misma, si creo en la terapia que estoy siguiendo.
Es que los placebos son muy utilizados en la medicina convencional alopática también…
Algo que evidentemente pone en duda a algunos fármacos, ya que en muchos casos se usan placebos reemplazando a los medicamentos, porque en definitiva causan el mismo efecto.
¿Qué ocurre aquí? ¿Qué es entonces lo que está curando?
Claro que la alopatía, al ser considerada una ciencia, necesita la prueba de que un medicamento tiene un efecto farmacológico para éste poder ser considerado y puesto en el mercado. Algo que es muy fácil de disfrazar, ya que cualquier substancia que se incorpore a nuestro cuerpo, provoca cambios en nuestra biología.
Por ello, la farmacopea utiliza las pruebas de doble ciego, de modo que pueda evaluarse la eficacia del medicamento descartando el efecto placebo. En este caso, el efecto placebo se usa como método de control.
Si la alopatía afirma que el placebo funciona…
¿Por qué entonces no hay más estudios?
¿Cómo es que se evita la investigación en el propio talento del cuerpo para la auto-regulación y el potencial de la mente y la actitud del mismo paciente en la intervención de un proceso de enfermedad?
¿Por qué entonces no invertir más en la investigación de la inducción al paciente a creer en el tratamiento de modo de que éste se vea liberado de los efectos perjudiciales de la mayoría de los fármacos?
La respuesta es clara: gran negocio gran.
Un placebo no se podría poner al mismo precio que un medicamento…aunque en tantos casos logren hacerlo.
Qué poca información existe sobre el efecto placebo, siendo éste uno de los descubrimientos más importantes de la ciencia, ya que nos devuelve nuestro propio poder oculto…
Pero hay algo más interesante aún y que podría estar forzando a la censura de las investigaciones: es el camino a la AUTOCURACION.
Imagínense que aprendemos a potenciar nosotros mismos la capacidad de nuestro organismo de auto-repararse…
Conozco gente que se ha curado de numerosas enfermedades consideradas incurables, solo por un acto de fe.
Yo misma he sido objeto de estudio de un instituto de ortopedia y traumatología que estuvo investigando cómo me curé yo misma de una fractura grave de talón y astrágalo en solo dos semanas.
Pues ante las decenas de análisis y cuestionarios de los investigadores, yo siempre repetía lo mismo:
Autocuración y placebo
«-No insistan más…me curé porque la fractura me impedía seguir con un contrato artístico y entonces me dediqué a visualizar todas las noches y en cada momento en que podía, cómo mi propio cuerpo iba reparando la fractura.
Me puse las placas delante del espejo del baño y las miraba todos los días.
A la semana empecé a dibujar las radiografías con un marcador, llenando los huecos de la ruptura, dándole nueva forma al talón que había quedado como una esponja despedazada.
Y finalmente la alarma llegó cuando me hicieron la radiografía de control.
Me habían diagnosticado que no podría volver a caminar en seis meses y me desesperaba el hecho de no poder seguir trabajando y vivir como una inválida durante medio año.
Pero la placa mostraba que mi pierna ya estaba curada. Entonces el traumatólogo llamó al laboratorio de placas y les dijo que se habían equivocado, que esa no era la placa solicitada.
Me la volvieron a hacer…los mismos resultados, la fracura se había curado en solo dos semanas. Y allí me pusieron como cobaya para investigar qué había ocurrido.
Yo tuve varias conversaciones con los médicos. Les dije que cómo era posible que habiendo estudiado el cuerpo humano durante tantos años de carrera, no tuviesen en cuenta la capacidad del cuerpo de auto-regularse.
Que cómo era posible que ellos que supuestamente conocían el funcionamiento de nuestra biología, no tuviesen CONFIANZA PLENA en la función de auto-regulación de nuestro organismo, que incluye por supuesto la actividad mental.
¿Qué querían encontrar más allá de mi declaración cuando les conté que yo misma había hecho una práctica de auto-curación?
Hay estudios como el desarrolado por el Departamento de Neurología de la Universidad de Michigan, publicado en la revista Neuron, que describe cómo funciona el efecto placebo.
Este relata que el solo hecho de que la persona sepa que va a tomar un medicamento, activa la región cerebral del sistema de recompensa. Las glándulas segregan endorfinas y dopaminas…pero eso no queda allí:
Potenciando el efecto placebo
Cuando la persona que toma un placebo lo hace concentrándose en las posibles ventajas y beneficios que le traería curarse, el efecto del placebo aumenta.
Por último, el experimento reveló que se obtenían en muchos casos los efectos idénticos a la toma de un medicamento real. Quiere decir que el 100% del efecto era producido por la auto-sugestión…algo que deja al fármaco no precisamente en la gloria…
Estamos hablando de una verdadera revolución en la toma de fármacos. Estamos hablando de AUTOCURACION.
Por lo que el argumento de «placebo» para criticar a las terapias alternativas se muerde la cola.
Claro que según muchísimos de los estudios clínicos, el placebo parece NO FUNCIONAR frente al medicamento activo, pero ¿Quiénes financian los artículos publicados? ¿Qué objetividad tienen?
Yo no pretendo poner en duda a la alopatía, que salva vidas todos los días, pero sí quiero hacer hincapié en las poquísimas investigaciones que existen sobre la auto-curación, convirtiendo al paciente en eso:
Una persona que «espera» que otro le cure, una espera «pasiva».
Es en realidad el paciente el que tiene que producir la mayor actividad en el proceso de su auto-curación, porque en definitiva es el que tiene el poder.
El Dr. Jon-Kar Zubieta, participante en la investigación de la Universidad de Michigan, ya en el 2005 afirmaba:
«-El fenómeno placebo tiene una gran importancia para conocer la eficacia de nuevas terapias, ya que numerosos pacientes responden tan bien a placebos como a tratamientos activos.
Nuestros resultados también sugieren que la respuesta placebo puede ser parte de un mecanismo de resistencia mayor del cerebro«.
«Los resultados de estos estudios ópticos moleculares indican que la actividad de la dopamina es activada como una respuesta a un placebo de forma que va en proporción a la cantidad de beneficio que anticipa el individuo«
Esta última frase, revela la importancia de la fe, y el interés de la persona en curarse.
Aquí les dejo algunos artículos que pueden ampliar ésta, mi opinión personal y subjetiva, que parece ser apoyada por varios investigadores:
El Efecto Placebo (Discovery Salud)
El Placebo. Luces y sombras. (Revista Habanera de Ciencias Médicas)